Opciones

En la vida nos enfrentamos todo el tiempo a pequeñas o grandes disyuntivas, en las cuales debemos escoger entre varias opciones: salir o no salir, ir a bailar o ir a un bar, comprar ropa en una tienda o en otra, terminar una relación o seguir adelante e intentar recomponer las cosas, buscar el amor junto a alguien de tu mismo sexo o casarte para que tu familia se sienta feliz de tu seriedad... Desde las cuestiones más triviales hasta las más importantes, siempre hay una decisión "correcta", una elección "adecuada", y lo correcto parece imponerse pero nunca sabemos a ciencia cierta quién lo ha impuesto.
Dentro de ese sinfin de opciones, hay que elegir la que mejor nos haga sentir, más allá de que nuestra elección se ajuste o no a lo que es llamado "normal". En definitiva, quién nos asegura que lo "normal" es sinónimo de satisfacción para todos? Nos pasamos toda la vida siguiendo el camino de lo común, probando fórmulas repetidas que en algunos funcionan y en otros no. Será ese afán de seguir lo establecido la razón de nuestra frustración constante?
En fin, sean excusas, opciones o decisiones, fue beneficioso para mi Yo faltar a terapia y quedarme viendo Two and a Half Men.

Solitario

Estar tan solo, ese es el problema. Solo, rodeado de gente que no comprende. Solo, escuchando cosas que no me llegan. Mirar a mi alrededor y saber que hasta él está con alguien y yo no. Siempre digo que no me importa estar así, pero creo que es un intento más por auto complacerme. A veces es mejor pasar por fuerte, que mostrar una debilidad y hacerle saber al mundo que en el fondo no soy más que un niño solitario, el mismo de siempre. El niño que se apartaba de los demás y vivía en un mundo propio que a veces se conectaba con el mundo de todos.
Podías verlo todo y preferiste hacer de cuenta que no existo. Podrías haber estado a mi lado y sin embargo me dejaste solitario. Pero, a quién le hablo? A cuál de todos? A veces pienso que cometer errores es algo que se comparte. No son míos ni tuyos sino de ambos.
Estar tan solo es un problema: la soledad nos deja tanto tiempo libre que le permite a la mente un funcionamiento inusitado. Al no tenerte ya no sé en qué más pensar. Al no tenerte y al no poder encontrar otra persona que ocupe el lugar tan grande que ocupaste en algún momento, pienso en mi todo el tiempo. No me gusta pensar en mi, porque me doy cuenta de lo solo que estoy y no quiero estarlo. Daría lo que sea por encontrar a una persona especial que me acompañe. Pero para eso falta tanto... Tengo que aprender a quererme más. A mirarme a mi mismo, pero sin juzgarme. Sin criticarme. Tengo que mirarme a mi mismo y sentir que soy una persona valiosa, que tiene mucho para dar.

La Problemática de la Ausencia del Problema

Infidelidad, celos excesivos, desamor, egoísmo. Siempre hay algo que ocupa nuestra mente y nos atormenta. Pero qué sucede cuándo no existe nada de esto, y sin embargo no estamos bien? Se genera en nosotros una adicción al problema, tal vez sea porque no estamos acostumbrados a que todo salga como queremos, o inconscientemente con el problema le ponemos ese toque que hace más movidas las cosas.
Insatisfacción: esa vieja amiga que nos acompaña, soplándonos al oído que en esta vida hay que seguir el objetivo, y no lo estamos siguiendo porque justamente ahí radica el problema, en que nadie sabe lo que quiere. Si lo tenemos, no lo queremos o no se ajusta a nuestra medida; en cambio, si no lo tenemos, lo lloramos. La cuestión parece ser añorar siempre aquello que tuvimos o desear aquello que no tenemos.
Las preguntas son infinitas... Nos preguntamos demasiado: Hasta cuándo durará este momento? Es esto lo que realmente deseo y necesito? Y siempre anticipándonos al final de las cosas, en lugar de vivirlas. Porque no hay un espacio vacío para reflexionar y luego retomar la vida. La vida sigue avanzando, y ese tiempo de reflexión sólo nos hace alejarnos de ella.
A veces pienso que las cosas podrían ser tan sencillas, pero... Si así lo fuesen, sería bueno? También es necesario que no se de todo de la manera en que lo deseamos, es una manera de aprender. Si pudiéramos tenerlo todo tal como lo queremos, nunca aprenderíamos nada.

Carta al Futuro Ex Novio

A mi querido futuro ex novio y trauma amoroso:

Pensando en vos escribo esto. Sí, en vos... Porque recién te conozco y me deslumbrás con tus palabras y tus gestos. Con esa forma de mirarme que me hace creer en el amor eterno, en un mundo sin violencia y sin mentiras, donde las personas conviven unidas gracias al afecto y la comunicación. Te escribo sabiendo que sos lo mejor que me pasó en esta última semana, la única certeza en este mar de dudas que los hombres vivimos día tras día.

Pero, aunque me deslumbres con tus palabras y tus gestos, ya sé que en el fondo, tarde o temprano, me vas a demostrar que sos más de lo mismo. Porque ahora me decís que te interesan mis cosas y mis ideas, pero yo sé que sólo me escuchás al pasar esperando el momento de que nos revolquemos en una cama o en el sillón de un boliche, o donde sea. Porque no podés escaparle a tu instinto de pelotudo, buscás y buscás pero al final no me vas a contestar el teléfono debido a tus múltiples e inventadas ocupaciones que, casualmente, aparecen en el preciso momento que acabás. Y, por sobretodas las cosas, porque vas a echarte un polvo que a mi no me moverá un pelo para luego quedarte dormido, creyendo que provocaste un tsunami en mi sexualidad como nadie lo hizo antes.

Vos, pedazo de pajero recalcitrante, jurando que pensás en mí todo el día, pero seguramente le vas a echar el ojo hasta al sodero. Te pensás que me voy a comer esta película por mucho tiempo? No existe esa fidelidad que me querés vender, aunque llegado el caso la vas a disfrazar de "error" y dirás que "la carne es débil". Yo sé que lo vas a hacer porque vas a demostrar lo forro que sos, y no por una simple debilidad.

Sin más que decir, saluda atentamente.
Tu futuro ex novio y futura pesadilla.