Vi
esta leyenda en un grafitti que compartieron por FaceBook hace unos
días. Algunos se rieron, otros dijeron "no es algo para reír", otros
culparon al gobierno y así podemos seguir encontrando respuestas y
discusiones.
Es
curioso el impacto que pueden generar dos palabras escritas en una
pared. Dos palabras que pueden significar distintas cosas para cada
persona que las lee. Se disparan millones de sensaciones y esas dos
palabras pasan a cobrar nuevos significados. Es la magia del lenguaje:
una misma palabra puede ser una ofensa, un chiste, un halago, algo para
reír o algo para llorar.
MERRY
CRISIS me hizo pensar en lo poco que valoramos nuestra vida, nuestra
suerte, nuestras pertenencias. Sobretodo en estos días, cuando finaliza
el año y las "preocupaciones" son tan distintas para cada uno. Algunos
se preocupan porque no pueden irse de vacaciones, y otros realmente no
tienen para comer. Nos quejamos porque nos queda chica la ropa mientras
que algunos no pudieron engordar un gramo durante todo el año, ya que no
tuvieron para "comer de más". Por supuesto, mi problema es más
importante porque es mío, pero a veces es bueno mirar alrededor para
darnos cuenta de que "mi" problema quizás es más fácil de solucionar que
otros problemas...