enero 08, 2009

Inmadurez y Reflexiones Varias...

Nenes, eso son. Y ofendo a los nenes. Nenes caprichosos, nenes que lloran, nenes que se quejan, nenes que reclaman. Y los hombres dónde están? Para cuándo vamos a seguir postergando la madurez? Después reclamamos madurez, decimos "ya somos todos grandes", pero a la hora de los papeles hay una pendejada increíble. Y esto trasciende a la edad física, porque hasta tipos de 40 años son nenes! Ya no soporto más caprichos: el caprichito de "hoy te hablo y mañana no te quiero hablar", "hoy te acoso mañana no me importás más", "hoy soy demandante y mañana hacé tu vida", "hoy te uso porque estoy solo y mañana si aparece alguien te dejo de hablar". Y lo peor es nunca poder abrir el juego, ya que siempre alguien se siente tocado, claro, como son todos estrellas creen que uno vive hablando de ellos. Pero realmente me chupa un huevo lo que piensen. Quieren darle un poco de sentido a sus patéticas vidas creyendo que alguien como yo vive hablando de ellos? Háganlo! Les concedo el don de la popularidad por un momento. Solo por un momento eh! Así que hagan uso de su don lo más que puedan y hablen mal de mi, y llámenme, y díganme que no quieren volver a hablarme. Saben qué? No me interesa que no quieran hablarme más, estoy muy bien conmigo mismo, no todos pueden decir lo mismo, lo sé."Era evidente que no me ibas a tolerar. Estabas demasiado metido en tus cosas como para darme bola y ayudarme"... Y si no estoy YO metido en MI propia vida, quién va a hacerlo? Va a venir el kiosquero de la esquina a resolver mi vida mientras yo me ocupo de ayudar al mundo? Ya no me divierte hacer beneficencia emocional. De ahora en más creo en mi, para mi y por mi. Todo nace a partir de la propia voluntad, es hora de que lo sepan...Nadie juega con nadie. Nadie usa a nadie. Yo soy consciente de que hubo gente que me cagó, pero porque se los permití. Cuando siento algo me pongo vulnerable y permito demasiadas cosas, pero la responsabilidad de mi vida siempre es mía. Hice un montón de cosas buenas y malas para llegar hasta donde estoy, y tomé decisiones brillantes y otras que no tuvieron grandes resultados pero jamás me arrepiento de nada, porque si hay algo que sé es que siempre fui yo. Sufrí. Y sufrí yo, porque soy quien genera mi destino. Y así como sufro me levanto, a veces más rápido y a veces más lentamente, porque la vida no espera a nadie y no se queda mirando vidrieras mientras nosotros decidimos alcanzarla. Acá nadie se la banca, ese es el tema. Siempre buscando culpas en el afuera, en las personas que nos rodean, en lugar de hacernos cargo de nuestras propias fallas y de nuestro destino. Y siempre buscando que nos salve algo que está afuera: amigos, parejas, cosas materiales. Y tenemos que aprender a encontrar dentro de nosotros las respuestas.Nunca falta alguien que diga con tono sarcástico: "estás muy superado en muchas cosas"... No sé si en muchas, pero si con todo lo que viví en tan poco tiempo, no voy a aprender nada, realmente estamos en el horno.Y realmente estoy contento de ser Hernán, con todo lo que eso significa. Porque siempre viví de la mejor manera posible: haciendo lo que siento y en el momento en que lo siento.