agosto 28, 2010

El Indicado

No es que sepa hacerlo bien, o que sea lo que siempre busqué. Su estatura, sus medidas o su forma de ser. Es que tiene un talento para hacerme creer que no podría vivir sin él. Cuando me habla dice más de lo que siempre pensé, porque entiende que quien gana nunca piensa en perder.

agosto 21, 2010

Sintonia

Mi camino se abre nuevamente y me lleva hacia lugares que desconocía. Siento que nunca estuve aquí, y al mismo tiempo me invade el gozo de vibrar en armonía con mi lugar, mi gente y mis cosas.
No me importa nada que no me rodee, y jamás crei que iba a decir esto. Hago lo que amo, y amo lo que hago: es el círculo perfecto. No es que nada me falte, sólo que ahora no me preocupo por aquello que no está. Prefiero disfrutar de todo lo que tengo.
Los caminos se abren, estás en otra sintonía. Desafinamos estando juntos, y eso me taladra el cerebro. El cariño es importante, pero hay cosas más importantes y estoy dándome cuenta de eso.

agosto 12, 2010

El Hombre que Juega con los Corazones Rotos

Tomar decisiones.
Elegir y al mismo tiempo abrir las manos. Dejar libres tantas manos, tantas vidas...
No se puede evitar, duele pero fortalece. 
Elegir la soledad es quedarse con uno mismo; y qué mejor que eso?
Puedo ser incomprendido pero eso ya no me importa. De qué coherencia hablamos? Sobre qué promesas caminamos?
Jugar con un corazón. Tomarlo entre los dedos hasta sentirlo vibrar, y soltarlo. Cada corazón tiene un camino, es necesario comprenderlo. Por eso besar es una manera de sellar recuerdos y los latidos son una medida de tiempo para nosotros.
No hay que guardarse nada. Es mejor la libertad, se siente mucho mejor...

agosto 06, 2010

Pasos

Aqui y ahora cobra vida el mejor momento, es lo único que existe. Lo que fue ha quedado en la memoria y aquello que será no es más que un puñado de pensamientos e ilusiones. Las consecuencias de mis actos y las causas de mis próximos pasos, ecos y resacas de ayer conviviendo en el fondo de una copa que sostengo con firmeza.
Fuego, furia, nostalgia. Lágrima, brillo, estrellas. Mis amigos me rodean y yo sigo en mi burbuja cobijando a quien me escucha. Me siento solitario y derramo energía, sonrío sin importarme que se pregunten por qué lo hago.
Algo en mi cabeza pide acción. Me siento invisible, impuro, implacable. Duermo sobre hojas de algodón que se deshojan en mi cabello, adornan mi armadura mientras miro intensamente hacia la nada.
Silencio, espuma y sosiego. Mi imaginación taconea sobre ese plástico blanco, sumergiéndose en el cristal. Es cuando creo que todo es posible, y sonrío sin importarme nada más. Siento que este es el momento indicado para amarme.