agosto 12, 2010

El Hombre que Juega con los Corazones Rotos

Tomar decisiones.
Elegir y al mismo tiempo abrir las manos. Dejar libres tantas manos, tantas vidas...
No se puede evitar, duele pero fortalece. 
Elegir la soledad es quedarse con uno mismo; y qué mejor que eso?
Puedo ser incomprendido pero eso ya no me importa. De qué coherencia hablamos? Sobre qué promesas caminamos?
Jugar con un corazón. Tomarlo entre los dedos hasta sentirlo vibrar, y soltarlo. Cada corazón tiene un camino, es necesario comprenderlo. Por eso besar es una manera de sellar recuerdos y los latidos son una medida de tiempo para nosotros.
No hay que guardarse nada. Es mejor la libertad, se siente mucho mejor...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Toda la razón, monsieur.