agosto 19, 2009

Marginal Perpetuo

Noches como esta alimentan una sensación de soledad incomparable en mi. Hablo mucho sobre la noche, canto y escribo sobre ella. La vivo desde que comienza hasta que se va. Seré la noche? Este vicio de repetirme a mi mismo y hacer de la originalidad un concepto olvidado tal vez sea mi mayor atractivo y mi mayor tedio. Y si me olvidan, qué más da? Nadie me recordaría por repetir un esquema, seamos sinceros. Nadie podría pensarlo.
Tal vez no sea tan malo quedarse siempre a un costado. Sobretodo cuando en la cresta de la ola ya no hay nada, ni siquiera espuma. Quién puede establecer lo correcto, lo normal? Pueden marcarme con fuerza con ese índice, sólo para ocultar que con los otros cuatro en realidad están señalándose a sí mismos, ya no me importa.
Hechizado desde antaño. Soy un príncipe, reino en mi propia marginalidad. Es mucho mejor que ser mendigo de las genialidades ajenas. Nunca fui parte de nada más que de mi mismo, nada puede hacerme sentir incluído o atado a ningún espacio. Será por eso que amo la noche, porque es el momento donde no existen disfraces, donde la oscuridad nos hace olvidar un poco de toda apariencia. Y podemos ser un poco más libres...

No hay comentarios.: